«Así que aquí estoy, cabeza abajo dentro de una mujer. Aguardo con los brazos pacientemente cruzados, aguardo y me pregunto dentro de quién estoy, qué hago aquí».

📖 Cáscara de nuez, de Ian McEwan.
⭐️ Valoración: 4,2/5

👀 SINOPSIS: Trudy mantiene una relación adúltera con Claude, el hermano de su marido John. Y la pareja de amantes concibe un plan. Asesinar a John envenenándolo por una mansión georgiana valorada en unos ocho millones de libras que, si John muere, heredará a Trudy. Pero resulta que hay un testigo de esta maquinación criminal, el feto que Trudy lleva en sus entrañas. 

✍️ RESEÑA: Fue leer la sinopsis de este libro y quedar cautivada por la premisa, especialmente al saber que precisamente el feto iba a ser el narrador. Se trata de un retelling de Hamlet y yo tenía muchas ganas y muy altas expectativas al leerlo. Y lo curioso es que ahora, al calificarlo, veo que la calificación que le he dado es muy buena en casi todos los aspectos. Y sin embargo, yo no terminé el libro con la sensación de satisfacción. Un 4,2 es sin duda una calificación excelente, pero yo me esperaba un libro de 5. 

🔥 La premisa es realmente extraordinaria. Elegir a un feto como narrador de la historia es realmente interesante, pero tengo la sensación de que, una vez aceptado esto, para mí se acabaron los fuegos artificiales y, aunque la realidad es que la novela sigue siendo bastante buena, no produce en mí el efecto deseado. 

⚠️ CUIDADO, A PARTIR DE AQUÍ PUEDE HABER ALGÚN (PEQUEÑO) SPOILER⚠️

👥 Los personajes están muy bien retratados. Trudy y Claude, Gertrudis y Claudio, son adúlteros, hedonistas e egoístas. Los detestas. Personalmente me produce enorme pudor el elevado consumo de alcohol de Trudy estando embarazada. Casi me impacta más que el asesinato de John. Por John, lo que se siente es lástima más que nada: es un pobre hombre que no sabe lo que se cierna sobre él. Y respecto al narrador, nuestro Hamlet particular, me resulta refrescante que no sea un feto infantil, que sea intelectual, pero veo un poco burdo el hecho de justificar todo ese saber de la criatura a causa de que Trudy escucha muchos podcasts. No era necesario. Ya estamos leyendo a un feto narrador, la suspensión de incredulidad está hecha, ¡no me expliques por qué es un feto inteligente! 

☝️Por otra parte, el narrador me resulta cargante, exageradamente pedante, un viejo a pesar de ser un feto, pero creo que esto no es un defecto de McEwan, sino todo lo contrario. Lo cierto es que el Hamlet de Shakespeare me produjo exactamente la misma sensación. El estilo de escritura muestra el extenso léxico y el dominio de la construcción sintáctica de este autor, pero como ya he indicado, a veces me resulta un poco excesivo. Por este motivo, a veces, he tenido la sensación de avance excesivamente lento de la trama. Además, al tratarse de un retelling de Hamlet, aunque me preguntaba cómo iba a resolver el autor determinadas escenas, la evolución de la historia ya me era conocida y, por lo tanto, no me sorprendió demasiado. 

✨ Muy buena, eso sí, la ambientación. El estado decadente de la mansión, el lujo de todo ese espacio que al mismo tiempo es opresivo, la ansiedad del feto porque no puede intervenir y porque siente lealtad hacia su padre, pero no puede evitar sentirse vinculado a su madre y, sobre todo, el desorden, la basura, el olor: «Algo huele a podrido en Dinamarca». Se perciben ese olor a podredumbre y el sol que toma Trudy en el balcón, y el desorden, y el deleite adúltero. Para mí, la ambientación de esta novela sí es realmente de diez.