A review by agonzmedina82
El silencio by Don DeLillo

2.0

Cuando terminé "El silencio", me quedé mirando la contraportada con una sensación bastante incómoda que me sugería la ausencia de algo Estoy acostumbrado a los finales abiertos de DeLillo, pero la falta de conclusión de este libro no radica en su final, sino en toda la novela: lo que faltaba era, curiosamente, Don DeLillo.

Hay que reconocer ciertos méritos en la obra. Por ejemplo, el autor logra recrear muy bien la atmósfera de silencio, no solo por el apagón digital que envuelve a los protagonistas de la novela, sino porque los personajes parecen enclaustrados en sus mundos interiores y se enfrascan en sucesivos monólogos con sus "amigos" como espectadores sordos, ya que son incapaces de establecer diálogos verdaderos.

Con todo, más allá de este quiño beckettiano y de las temáticas recurrentes en su obra (los elementos científicos, los poderes fácticos, la conspiración), no encontramos más señas de identidad de DeLillo. Las metáforas sugerentes, el liricismo conspiranoico próximo al barroquismo, las disgresiones hiladas al devenir de los personajes... simplemente, no están. Por más que lo intenta, no logra crear ese decorado asfixiante de "Ruido de fondo" o de "Punto Omega" y todo queda en una cháchara inconexa con ínfulas de originalidad cuando muchos de esos argumentos ya se los hemos comprado en otras ocasiones a él o a otros autores relacionados. No hay profundidad, solo tópicos.

Para añadir más leña al caos narrativo, nada parece suceder con naturalidad: los amigos quedan con el único propósito de dar al autor una excusa para juntar a todos los personajes en una habitación, los escenarios son de cartón piedra, toda la cena se resuelve en una elipsis y manda al carajo todas las expectativas generadas por el autor... ¿y ni siquiera se nos compensa con una prosa cuidada o fiel al estilo que los lectores de DeLillo esperamos? En este punto, entiendo que no puede concluir algo que parece no arrancar en ningún momento.

Un libro de DeLillo con ausencia de DeLillo. ¿Será una muestra más de su particular humor? Espero que no.