Empecé a leer este libro en la tarde, lo tome solo por qué era delgadito y no tenía tan malas críticas, pero cuál fue mi sorpresa... Fue un libro que me ha encantado.

Este es un libro que habla sobre el Cancer pero no es deprimente, ni mucho menos desalentador, al contrario es un libro donde el protagonista nos da esa picardía que hace animar la historia.
Richard es un protagonista muy acorde a su situación, como ya lo mencioné su forma de ser de decir las cosas muy a cuerdo a sus 17 años, y el hecho que este en un hospital, específicamente en el piso de los enfetmos terminales, jamás se deja caer por su enfermedad, y como él dice "su deber es mantener la vida con chispa", a pesar de sus problemas familiares y todo lo que su madre tiene que hacer para sacarlo a delante sola, él saber salir a delante solo, bueno ni tan solo que tiene a su "amiga" Sylvie de la habitación 302 que es su compuañera de aventuras y travesuras.

Es un libro que se lee muy rápido, una historia que te atrapa desde la primera página, la pluma de la autora es maravillosa si duda seguiré leyendo más de sus novelas.
Hablando de la historia en general tengo que decir que en ocaciones se me hizo que pasaban cosas un poco irrealistas en la facilidad de.... (Spoiler) escapes.
De ahí en fuera todo estuvo bien no es apresurada, ni tampoco muy lenta, siempre nos da solo lo que queremos leer, sin embargo tengo un pero, el papa de Sylvie, entiendo que ver a una hija morir no es fácil, a eso acumulado loa estrés del trabajo y la vida cotidiana, pero tratar así al al pobre Rich-Man no se me hace justo, es un humano que no controla su ira, a demás que dejaba sola a su hija en las noches para beber ósea... Qué clase de padre es?

Sin duda un muy muy bue libro me encanto y lo recomiendo bastante.
4/5