Llega el verano y Shigure consigue que los chicos se vayan de paseo a la villa de la familia Sohma, con Hatori, donde ocurre un acontecimiento para acercar un poco a Kyo y Yuki, o al menos no tenerlos tan enojados consigo mismos y preocupando a Tohru. Este viaje, a su vez, también sirvió para despistar un poco a Hatori del casamiento de Kana) y este manga aún nos hace sufrir.

Conocemos a Kisa (tigre) que es víctima de bullying en la escuela y decidió llamarse al silencio. Esta pequeña es muy entrañable y genera un vínculo muy dulce con Tohru. A su vez, ahí se muestran similitudes con la vida de Yuki.

Mientras tanto, como historia extra, el club de fans de Yuki se hace presente, y se complotan contra Hana, la amiga de Tohru, pues creen que es una bruja que hechiza al joven, wtf(? Y ahora Tohru se enferma, y todos los zodíacos hacen de su parte mientras esta se enferma.

Pareciera que cuanto más avanza la historia, más sufrimiento nos demuestran las vidas de los protagonistas. Aunque, también van abriendo su corazón y “curándose” de cierta forma.