4.5/5

De todos los libros hasta ahora, este es el que presenta, para mi, la historia más desagradable y dura de leer. Ningún libro en que la temática principal sea crímenes y asesinatos, puede esperarse uno nada agradable, como en los libros anteriores. Pero este va un paso más allá. Ha habido partes en las que he tenido que parar y coger aire, partes en las que me he enfadado con la autora por tomarla siempre con los desprotegidos, con los más débiles, pero luego he pensado... ¿Y no es así la vida real? ¿Cuántas noticias e imágenes vemos cada día en la televisión sobre la crueldad del ser humano? ¿De lo hostil que puede ser a veces la vida, y el mundo en que vivimos, debido a las amargas circunstancias que algunas personas parecen estar condenadas a vivir? Es por esta razón por la que me gusta mucho las novelas de Camilla, porque relata la realidad en sus libros, por dura que sea. Y en este, concretamente, se ha podido ver muchas de las caras de la crueldad del ser humano. Te puede parecer justo e injusto, y te puedes enfadar, frustrar o indignar, pero en el fondo sabes que el mundo en el que vivimos, la sociedad que hemos creado, nuestra naturaleza, es así.

La historia, como en libros anteriores, me ha tenido muy enganchada, Camilla sabe dosificar muy bien la información, sabe cuándo darla y cuándo no, para mantenerte siempre expectante, hasta llegar al momento en el que desmonta todas tus hipótesis sobre quién es el asesino con sus giros argumentales, teniendo que "volver a empezar" a montarte en tu cabeza otra distinta con las nuevas piezas del puzzle.

El final me ha dejado con la boca abierta.... en todas sus partes, en primer lugar por la resolución del caso, un giro que no me esperaba, aunque en un punto de la lectura lo pensé, aunque lo deseché rápidamente porque era una idea muy... loca, pero al final resultó ser esa. Tengo que decir, como psicóloga que soy, que me parece un poco cogido con pinzas el trastorno mental, o más bien, los trastornos mentales, que tiene el asesino, porque son dos trastornos que difícilmente coexisten, puesto que son opuestos, y, aunque ella describe esto en el libro, habría quedado mejor si hubiese optado por uno de ellos y no por los dos.
En segundo lugar, por lo que le ocurre a los protagonistas, que me va a llevar a empezar el siguiente libro ahora... La verdad es que durante el trascurso de la lectura pensaba que, qué raro que a los protagonistas, Erica y Patrick, nunca les hubiese pasado nada desagradable... entendía que era los protagonistas, pero debido a la realidad que dota Camilla sus libros, me pareció raro que, aunque todo a su alrededor pudiese ser negro, a ellos la vida siempre les sonreía. Es verdad que en libros anteriores vemos cosas desagradables del pasado de la familia de Erica, de su madre más bien, o lo que pasa con hermana Anna... pero me refería que no les pasase nada a ellos directamente, a Patrick y Erica, y bueno, el final del libro me ha dejado con un sentimiento de culpabilidad muy grande, porque ha pasado, y bueno, tengo sentimientos encontrados :(

En fin, como pasa con el resto de sus libros que ya he leído, no puedo esperar a leer el siguiente.