Don't read on the train

In generale direi che questo libro merita tre stelle perché non ha una vera e propria trama e perché lo stile è ancora molto acerbo, si nota proprio che è il romanzo d'esordio di Murakami. In sua difesa devo dire però che non sono d'accordo con chi dice che questo libro abbia perso molta della sua forza: è vero che negli ultimi decenni TV, cinema e romanzi ci hanno mostrato di peggio in termini di tossicodipendenza, ma trovo che le descrizioni di Murakami conservino ancora la loro capacità di infondere una persistente sensazione di disagio al lettore.

La revista Newsweek considera esta novela "una mezcla de "La naranja mecánica" de Burgess, y "El extranjero" de Camus". Personalmente, la veo más como una mezcla de varias novelas de William Burroughs y "Menos que cero" de Bret Easton Ellis, con la que guarda muchos paralelismos temáticos y de estilo, aunque prefiero a Murakami. Por el carácter erótico-pornográfico (porque, a pesar de los pasajes explícitos, también juega con la insinuación) y la verbalización de las conductas autodestructivas, también se acerca a planteamientos como los de Bataille en "Historia del ojo", la narrativa breve de Edogawa Rampo o un "shunga" sin más monstruo que el humano.

El estilo es un dechado de imágenes cautivadoras y fragmentadas, poderosas en el correlato objetivo de la soledad y la alienación, en escenas como las que describen el efecto de las drogas, la orgía del comienzo de la obra o las 20 últimas páginas, que son de una belleza trágica sin parangón. Fuera de esas manifestaciones soberbias de calidad literaria, el resto de la narración se apoya en el tono emocionalmente neutro (probablemente de ahí viene la comparación con "El extranjero") que, si bien es comprensible desde la perspectiva del hastío psicológico del narrador y su séquito, aplana el devenir de la narración al no aportar una mayor profundidad en los planteamientos existenciales del protagonista-narrador. Incluso la nada tiene cierto espesor y se echa de menos no bucear en él.

Como si se tratase de un kōan, en su virtud se encuentra su principal carencia: si bien algunos de sus personajes expresan el anhelo de abandonar la espiral caótica en la que se han convertido sus estilos de vida, nunca observamos un paso adelante, una acción que valide la necesidad de materializar ese momento de lucidez, ni siquiera la frustración de no poder hacerlo por culpa de una realidad que les tiene atrapados. De esta forma, las buenas intenciones de convierten en guirnaldas que saturan el texto, mas no tanto como las referencias musicales y culturales que, más que contextualizar, te sacan de la lectura y te aturden por su excesiva frecuencia.

Me quedo con las 20 últimas páginas. El resto, un caleidoscopio de imágenes con muy buenos momentos y otros más mediocres.

This was the most disgusting, weird novel I've read in quite some time. I read the word saliva way more than I would like to have and the transitions between scenes were so instantaneous that I was often confused. But also Murakami writes really well, I'd just prefer In The Miso Soup to this.

Hmmm, I am not really sure how to describe this book. The cover likens it to A Clockwork Orange, which is about right. I just...I expected more. I am all for debauchery, drugs, and fun, but not at the expense of the characters. I would have enjoyed this more if the characters were more developed, or if more time were spent on their individual stories. Instead, this felt like reading the script for a porn flick, with just a little bit more plot development than the average flick.

This book is strange, I didn’t know what to make of it, it moves you and nauseates you. You enter a underworld in japan that you never wonder about. The author really know how to describe, you can picture everything so well and you feel sick in some situations. Is a wild ride to a forbidden reality.

Los relatos de Japón siempre son románticos y demasiado cegadores, este por otro lado habla de que aún en los paraísos existe el dolor.